Netto: Comenzó una fuerte transformación rumbo a consolidar una educación para todos
La educación vive una transformación, no una reforma, aclaró el titular del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Wilson Netto. Esto implica hacer frente a “las demandas que la sociedad impone, como la universalización del acceso desde los 3 años de edad, mejora de condiciones de trabajo y extensión del tiempo en Primaria, más infraestructura en la enseñanza media y la consolidación de “una educación para todos”.
Uruguay avanzó en su desarrollo social, económico y productivo y, por ende, la educación tiene que “apretar el acelerador” para estar en sintonía con ese rumbo positivo, reflexionó Netto en entrevista con la Secretaría de Comunicación.
Con ese horizonte, comenzó en el sistema educativo una “fuerte transformación”, más que una reforma, añadió el presidente del Codicen de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).
Netto aseguró que este es un modelo, que está en construcción y que no se aplica en ninguna parte del mundo.
“Estamos construyendo nuestra propia transformación. Es un proceso de desarrollo que lleva luego un orden, claridad en la información y una estrategia educativa que transforma profundamente el sistema, donde todos somos parte”, apuntó.
“No es algo aplicado, impuesto y ya elaborado, sino que es un proceso de construcción”. enfatizó
“La educación es un motor fundamental de movilidad social, de generación de oportunidades para la población y, en función de esa realidad, la sociedad es más demandante, lo cual es muy bueno para Uruguay”, sostuvo.
Por eso entiende que la discusión sobre el lugar que debe ocupar la educación en la sociedad debe darse todos los días, al igual que el lugar de las instituciones abocadas a desarrollar la educación, comparado con lo que era su misión tiempo atrás.
La Educación Inicial y Primaria vivió en 2000 el desafío de universalizar el ingreso de niños y niñas de 5 años y en 2010 de 4 años. Ahora, en el actual período de gobierno, se procura universalizar la demanda de 3 años, con disponibilidad de infraestructura, no toda en las mejores condiciones, pero sí con lugares suficientes como para atender todas las plazas que el país demanda.
El desafío está dado también en mejorar las condiciones de trabajo y la extensión del tiempo en distintas modalidades, tanto jardines como escuelas de tiempo completo y extendido. “Desde el punto de vista material, su disponibilidad viene creciendo en función de ofrecer una educación más integral”, indicó.
En cuanto a la Educación Media, Netto recordó la existencia anterior de un modelo educativo que preveía que la misión de la institución era formar a unos pocos, “un modelo propedéutico para estudios terciarios universitarios, para un grupo muy acotado de la sociedad”.
En cambio hoy el desafío es el de una educación para todos y de calidad, enfatizó.
Para Netto, esto implica trabajar sobre la disponibilidad, dado que actualmente por cada centro de Educación Media Básica hay dos escuelas y media de promedio. “Tenemos que seguir construyendo desde el punto de vista edilicio”, indicó.
“Venimos a un ritmo de un edificio por semana en los últimos dos años y así seguiremos hasta 2017, mientras que para 2018 la idea es acelerar el ritmo y dejar al país en los umbrales adecuados de infraestructura edilicia. Esto es apostar a una verdadera universalización de la enseñanza media”, puntualizó.
En paralelo a este proceso, se debe discutir el lugar que deben ocupar las instituciones, dijo Netto.
“Tenemos dos modelos muy claros: Secundaria y UTU que contribuyen y se asocian para poder universalizar los niveles educativos, de media básica y superior. Tienen historias y culturas distintas, se visualizan en comunicación y armonía con la sociedad desde distintos lugares. La transformación de ambas hoy está en su misión de atender a todos”, detalló.
“En el modelo de sociedad en el que trabajamos, de integración, tenemos que estar todos, desafiando el profesionalismo docente”, alentó.
En titular de la ANEP apuntó que son ellos, los educadores, quienes deben encontrar distintos caminos de orden pedagógico, apoyados en otras instituciones y acciones para generar aprendizajes, foco fundamental de este período, y no sostener profesiones para poder argumentar por qué la gente no aprende”, indicó.
Señaló que hay una diferencia sustantiva en el camino que van tomando los maestros y profesores en cuanto a su profesionalismo. En esta década se construyó con ellos distintos tipos de acompañamiento o nuevas propuestas educativas que eran impensables en la anterior historia educativa del país.
“Hoy son 40.000 los jóvenes que estudian cosas distintas, algo que no existía en Uruguay hace 10 años. En la globalidad entre Secundaria y UTU hay 30.000 jóvenes más que participan del sistema, con nuevas formas de organización del conocimiento, del aula y de los centros de enseñanza que hoy no es universal”, indicó.