Medio Ambiente

Montevideo será sede de reunión sobre gestión internacional de sustancias químicas

A nivel mundial, la capacidad de producción química es de 2.300 millones de toneladas, valorada en 5 billones de dólares anuales. Según el informe sobre perspectivas de los productos químicos a nivel mundial, esta cifra se duplicaría en 2030. Esta problemática se discutirá en la próxima reunión de Naciones Unidas sobre gestión internacional de productos químicos, que se realizará en Montevideo del 1 al 4 de abril.

Imagen institucional

En el marco de la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que se lleva a cabo en Nairobi, Kenia, entre el 11 y el 15 de marzo, se presentó la síntesis del informe “Perspectivas de los productos químicos a nivel mundial II: de los legados a las soluciones innovadoras - la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, según informa el sitio web del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.

El eje central de la cumbre es soluciones innovadoras para los desafíos ambientales y la producción y el consumo sostenibles. En esa línea, el informe concluye que la capacidad de producción química actual de 2.300 millones de toneladas, valorada en 5 billones de dólares anuales, se duplicará para 2030.

La preparación de este informe involucró a más de 400 científicos y expertos de todo el mundo y se publicará oficialmente el 1.º de abril de 2019, en la tercera reunión del Grupo de Trabajo de Composición Abierta para el Enfoque Estratégico para la Gestión Internacional de Productos Químicos, en Uruguay.

Asimismo, el informe aclara que, a pesar de los compromisos para maximizar los beneficios y minimizar los impactos de esta industria, continúan siendo liberadas al medioambiente sustancias químicas peligrosas y están presentes en el aire, el agua, el suelo, los alimentos y los seres humanos. Ese informe concluye que, si bien los tratados internacionales e instrumentos voluntarios redujeron los riesgos de algunos productos químicos y desechos, el progreso de los países es desigual y continúan las brechas en la implementación. Por ejemplo, hasta 2018, más de 120 países no habían implementado el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud estimó que un conjunto de productos químicos seleccionados le costó la vida a 1,6 millones de personas solo en 2016. La contaminación química también amenaza una gama de servicios ecosistémicos. Los beneficios de la acción para minimizar los impactos adversos se estiman en decenas de miles de millones de dólares anuales.

Además, se descubrió que los pesticidas tienen un impacto negativo en los polinizadores, el uso excesivo de fósforo y nitrógeno en la agricultura continúa contribuyendo a crear zonas muertas en el océano y los productos químicos utilizados en los filtros solares ejercen presión sobre los ecosistemas de los arrecifes de coral. Los estudios también indican que el vertido de algunos antimicrobianos, metales pesados y desinfectantes contribuyen a la resistencia a los antimicrobianos.

Entre las posibles soluciones a esta problemática, el informe reporta que los gobiernos están tomando medidas reglamentarias sobre muchos productos químicos. Empresas líderes están impulsando estándares más allá de los requisitos de cumplimiento y de la gestión sostenible de la cadena de suministro y los consumidores están aumentando la demanda de productos y métodos de producción más seguros. El desarrollo de una futura plataforma global para la gestión racional de productos químicos y residuos más allá de 2020 ofrece una ventana de oportunidad. Como lo indica el informe, se debe reunir a todos los sectores relevantes y partes interesadas, así como fomentar acciones colaborativas y ambiciosas.

Esta reunión clave que se celebrará en Montevideo será una plataforma para formular y negociar un nuevo marco político internacional de gestión de sustancias químicas y residuos para el 2020.

Uruguay mantiene un rol activo desde el comienzo del establecimiento de la agenda internacional sobre químicos. Fue sede de la primera Conferencia de las Partes del Convenio de Basilea (1992) y anfitrión de la primera Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo (2005), asumió la presidencia durante la primera Conferencia Internacional sobre Gestión de los Productos Químicos en Dubai (2006), presidió el Comité Intergubernamental de Negociación del Convenio de Minamata (2006), albergó la  Cuarta Reunión del Comité Intergubernamental de Negociación del Convenio de Minamata (2012), fue sede de la Reunión Regional preparatoria de las Conferencias de las Partes de Basilea, Estocolmo y Rotterdam (2015) y ejerció la vicepresidencia en representación del Grupo Regional de América Latina y el Caribe (GRULAC) del Convenio de Estocolmo sobre los Contaminantes Orgánicos Persistentes para el período mencionado (2017-2019).