Atención y tratamiento

Junta Nacional promueve análisis con ONG religiosas que trabajan con usuarios de drogas

La contención afectiva como uno de los pilares para la atención de los usuarios con consumo de drogas fue el eje de las exposiciones de representantes de instituciones religiosas y sociales convocadas por la Junta Nacional de Drogas (JND) para reflexionar sobre la temática. De esta forma se cerró una semana de actividades que coincidieron con el día internacional de la ONU sobre este problema.

Julio Calzada, secretario general de la Junta Nacional de Drogas
En la sede de la Asociación Cristiana de Jóvenes de Montevideo, la JND convocó a diversas instituciones religiosas y sociales a reflexionar sobre las distintas experiencias de apoyo a los consumidores problemáticos de drogas.


El evento fue presidido por el secretario general de la JND, Julio Calzada, y la coordinadora del Área Reducción de la Demanda, Marta Suanes. Participaron representantes de la iglesia católica; de la iglesia valdense; psicólogos; jóvenes que se han recuperado de su adicción, e instituciones sociales.


En ese contexto, disertaron Soledad Olave, de Cáritas Uruguay, el pastor evangélico Carlos Díaz, Mirta Bertoni, de la iglesia Asamblea de Dios, de Paso de la Arena, y Victorio Ponce, de la organización Bretania de Canelones.


Todos coincidieron en destacar la importancia de la espiritualidad como factor de protección para el inicio del consumo y para las oportunidades de recuperación. Relataron sus diferentes experiencias de abordaje a los usuarios con consumo problemático de drogas, con las que intentan darles atención y contención a personas que están pasando por esta situación.


En ese contexto, Cáritas se refirió al trabajo en la pastoral para la prevención y rehabilitación de las adicciones, mediante el cual se conformaron equipos referentes de la pastoral en cada barrio. Es objetivo de la entidad católica instituir centros de orientación y continuar con el apoyo a los grupos de autoayuda.


La experiencia de la iglesia Asamblea de Dios de Paso de la  Arena también hizo énfasis en la espiritualidad como herramienta para la atención de los usuarios consumidores de drogas. Esta institución abrió una chacra y un merendero para atender a jóvenes en situación de calle.


Díaz, por su parte, relató la experiencia de ocho años de trabajo y se refirió al trabajo del Hogar Ela, donde intentan pelear contra este “gran fantasma” y se desarrollan talleres temáticos y trabajos comunitarios.


Finalmente, el representante de la organización Betania habló sobre el trabajo del equipo terapéutico dirigido por profesionales y exconsumidores de drogas. En este caso se trata de tratamientos de nueve meses con estadía en una chacra de Canelones y otra casa de medio camino en Montevideo. Gran parte de esos usuarios se recuperaron y se reinsertaron al mercado laboral, aseguró Victorio Ponce.

Fe en la prevención
La coordinadora del Área Reducción de la Demanda de la JND, Marta Suanes, subrayó que esta actividad fue inspirada en una experiencia brasileña denominada “fe en la prevención”.

“Convocamos a grupos religiosos de todos los credos con el objetivo de hacer visible experiencias en los barrios y las comunidades donde hay situaciones de extrema vulnerabilidad. Estos grupos inspirados en la fe y la espiritualidad se vienen desarrollando durante mucho tiempo”, informó la especialista.

Suanes también destacó el trabajo del programa Aleros que articula en el territorio con estos grupos ofreciendo espacios de contención de apoyo, que al impulso de los equipos técnicos también coordinan con la Red Nacional de Salud.


“Este encuentro nos permite conocernos y que sepan que más allá de las singularidades religiosas hay algo en común que están haciendo. Esto es un punto inicial para un proceso de transferencia conceptual y metodológica a estas personas que están trabajando y que nos permitirá abrir y ampliar las ofertas de atención y tratamiento”, sostuvo.

Por su parte, Calzada reafirmó que el objetivo de este encuentro es difundir actividades que coordinan diversas organizaciones religiosas como aporte sustancial al desarrollo de la Red Nacional de Drogas.


“En muchos barrios estas instituciones tienen relaciones de cercanía con los usuarios de drogas y queremos rescatar y tomar en cuenta ese trabajo porque es un aporte significativo a la estrategia de atención y tratamiento”, insistió Calzada.


El funcionario recalcó que mientras el Estado tiene que brindar un conjunto de servicios profesionales, abordando este tema como un problema socio-sanitario, hay una cantidad de instituciones, deportivas, sociales y religiosas, que dan contención al conjunto de la sociedad.


“En este conjunto las instituciones religiosas tienen un lugar y quisimos darles un espacio en esta semana”, añadió haciendo alusión a las actividades organizadas en coincidencia con el Día Internacional de Naciones Unidas sobre la Problemática de Drogas, que se conmemora cada 26 de junio.


 

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