Mario Bergara, en Somos Uruguay

Educación, empleo y tecnología son los principales retos del Uruguay

Los principales desafíos del país en el corto plazo incluyen la mejora de las cuentas públicas y la reducción del déficit fiscal, el incremento de las inversiones, el aumento del empleo, la incorporación de tecnología y, a su vez, la adecuación del sistema educativo al proceso tecnológico, puntualizó el titular del Banco Central, Mario Bergara, en el encuentro realizado este jueves 11 sobre “Los retos del Uruguay futuro”.

Mario Bergara

Durante su oratoria en el encuentro organizado por Somos Uruguay, Bergara subrayó que es importante asegurar la estabilidad monetaria en tiempos en que los países vecinos profundizan las turbulencias que se observan en el mundo. Si bien estos problemas afectan al comercio y al tipo de cambio, la gran ventaja de Uruguay que Bergara presentó fue la construcción de la estabilidad económica y social de los últimos 13 años, decisión política que se complementa con la diversificación de los intereses nacionales en el mundo, como lo demuestran el incremento de las exportaciones y la apertura de mercados.

Otro de los retos mencionados por el titular del Banco Central fue la incorporación acelerada de la tecnología, que atraviesa todas las áreas y genera retos. En ese sentido, el jerarca mencionó los principales desafíos para abordar en lo inmediato: mejorar las cuentas públicas y reducir el déficit fiscal, reactivar la inversión, mejorar los niveles de empleo, incorporar la tecnología al empleo y, a su vez, adecuar el sistema educativo al proceso tecnológico.

“No debemos pararnos desde el dramatismo”, sostuvo en referencia a estos desafíos que precisó. Por ejemplo, en lo que respecta a la reducción del déficit fiscal, aseguró que, aunque es una prioridad para el Gobierno, es un área desafiante que cuesta mover. “No hay nada más político que definir a quién le cobramos impuestos y en qué invertimos el dinero del Estado”, dijo.

Recordó que el aumento del endeudamiento público aparece luego de la reducción drástica de la deuda, “que era agobiante en su monto y características”, calificó. También señaló que tiene un peso menor en relación al producto interno bruto, está menos dolarizada y se redujo el riesgo cambiario, con vencimientos a mayor plazo, lo cual no quiere decir que el país deje de trabajar sobre este tema para mejorar las cuentas fiscales y evitar un mayor endeudamiento y vulnerabilidad financiera.

Con respecto al proceso inversor, “un eslabón sustancial en el proceso económico”,  situó a este desafío en el contexto regional. “La desventaja que tenemos en estos momentos es que, con la situación de incertidumbre de Argentina y Brasil, es difícil que haya inversiones que se orienten hacia el mercado de la región”. A pesar de que la tasa de inversión ronda el 17 %, “hay que seguir profundizando su crecimiento y, para ello, el Gobierno está tomando medidas”, repasó.

Bergara explicó que la mitad de los puestos laborales perdidos en los últimos tres años corresponden al sector de la construcción, pero que este se verá beneficiado con las políticas de reactivación en infraestructura asociadas a la posible inversión de UPM en el país o en el terreno de las viviendas. Para ambos casos, las medidas y los programas de impulso “deberían ser factores que hicieran repuntar al sector”, adelantó.

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