Descentralización educativa

Ampliación de oferta educativa permite que más de 11.000 jóvenes estudien carreras terciarias de UTU

El impulso al ciclo educativo medio con nueva oferta pedagógica y mayor cantidad de alumnos, así como la adopción de carreras terciarias técnicas por parte de los jóvenes, explican el incremento de alumnos que cursan en el Consejo de Educación Técnico-Profesional. En 159 centros educativos son formados unos 100.000 alumnos este año.

Consejero de CETP-UTU, Miguel Venturiello

El consejero de Educación Técnico Profesional-Universidad de Trabajo del Uruguay (CETP-UTU) Miguel Venturiello destacó que es frecuente que los jóvenes opten por carreras terciarias no universitarias de corta duración, a fin de insertarse en el mercado laboral rápidamente.

Según observó, este fenómeno incide en el crecimiento de las propuestas. Hace 12 años existían 18 carreras, pero en la actualidad la oferta totaliza 74, en su maryoría instaladas fuera de Montevideo. Este ciclo educativo en UTU abarca a 11.000 estudiantes; la previsión del organismo es cerrar 2020 con 13.000 alumnos.

Venturiello destacó que, a pesar de que la Ley de Educación no obligue a la UTU a instalar cursos terciarios, la demanda de los jóvenes fue determinante para el aumento de oportunidades. “Los números (de inscripciones) superaron todas las expectativas y son producto de la elección de la gente y del prestigio que fue ganando la UTU en los últimos años”, sostuvo. “Hoy somos parte del sistema terciario nacional. Somos la bisagra, la articulación con la Universidad Tecnológica (UTEC) y con la Universidad de la República (Udelar)”, consideró.

En Paysandú, Salto, Rivera, Tacuarembó y Colonia, los jóvenes pueden acceder a carreras de tecnólogos, en cursos elaborados junto con la Universidad de la República. Trabajadores y empresarios locales organizados también colaboran en la formulación de las propuestas educativas, a partir de la demanda de cursos en función de las necesidades.

El jerarca aseguró que el crecimiento de UTU no se justifica en un incremento en la cantidad de jóvenes en el país, dado que este indicador no ha variado significativamente en los últimos 20 años. Según opinó, el aumento se explica por las preferencias respecto a la formación técnico-tecnológica. “La UTU se encuentra en un nivel de egreso del segundo ciclo que no proyectaba ni el más optimista. En un sistema ingresa el doble de alumnos que en el otro, sin embargo, el nivel de egreso es casi parejo”, indicó.

Las carreras terciarias más elegidas por los estudiantes fuera de Montevideo son las de Tecnólogo Prevencionista, las vinculadas a administración y servicios, como Gastronomía o Turismo, y las de instrumentación y control, como Electrónica y Mecatrónica. Las propuestas educativas vinculadas al quehacer agropecuario también son muy requeridas.

En cuanto a la posibilidad de ampliar los cupos, Venturiello aseguró que la proyección lineal, que ronda el 4 % de incremento en todas las carreras, está prevista. Agregó que también se atienden futuras innovaciones, dado que hay carreras que requieren de implementación por la cantidad de interesados, como es el caso de Audiovisual, cuyo bachillerato ya demanda un tercer nivel, o algunas carreras agrarias.

Políticas de mayor acceso

El Consejo de Educación Técnico-Profesional-Universidad del Trabajo del Uruguay (CETP-UTU) cuenta con una modalidad de internado que facilita el acceso a la educación a muchos estudiantes que viven en lugares alejados de los centros de estudio. Los jóvenes permanecen de lunes a viernes en un área de alojamiento de la institución en la que se capacitan. “Quienes hacen uso de esta modalidad tienen muy baja desvinculación. El que ingresa termina, no abandona, y viene de zonas muy alejadas al internado de la Escuela Agraria”, repasó Venturiello.

Otra forma de apoyo y promoción del estudio que mencionó fue la implementada por el CETP-UTU con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) a fin de otorgar becas para el traslado de jóvenes a los centros educativos. Según señaló, es una experiencia piloto que podría ser expandida. Además, mencionó que se procuran unidades de transporte para conectar los polos educativos entre sí, para que, por ejemplo, un alumno que estudie en Rivera pueda ir a Tacuarembó, a 100 kilómetros de distancia, a realizar prácticas.

También será definido un sistema para facilitar a los estudiantes el acceso al estudio en simultáneo con el desempeño laboral, por lo que el CETP-UTU desarrollará modalidades flexibles en cuanto a la carga horaria. "El objetivo es que el joven pueda formarse e interactuar con el trabajo de una forma más adaptada a la realidad, porque la rigidez de los cursos definidos de marzo a diciembre en todo el país hace que coincida con las zafras de distintos productos en diferentes lugares del país. Estamos trabajando en ello porque la realidad está superando la planificación”, concluyó Venturiello.

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