Planificación y sistematización

Uruguay creció en inversión pública con proyectos acordes a plan de desarrollo nacional

El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Gabriel Frugoni, defendió la implementación del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), que implica proyectos que cumplan las condiciones requeridas para impulsar el plan de desarrollo nacional. Desde 2005 el Estado aumentó su participación en áreas de producción e infraestructura, ante el retiro de capitales privados debido a la crisis global

Gabriel Frugoni, director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto

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Agregó que el sistema asegura homogeneidad en la formulación y evaluación en materia de inversiones públicas en todos los niveles —Administración Central, empresas estatales, gobiernos departamentales—.  También sostuvo que es fundamental para desarrollar políticas contracíclicas.

Inversión pública
“En el estadio de transición por el que transita el país actualmente se torna imprescindible la realización inicial de inversiones públicas —en energía, telecomunicaciones, transporte— para facilitar, a su vez, la llega de capitales privados complementarios”, afirmó el director de la OPP.

Recordó que, por la escala económica del país, —3,3 millones de habitantes y un producto interno bruto que ronda los 50.000 millones de dólares—, es imprescindible el liderazgo del sector público en las inversiones.

El comienzo y la actualidad
Frugoni destacó que algunas de las inversiones actuales gestionadas a través del Fondo de Desarrollo del Interior y del Programa de Gestión Subnacional del Área de Políticas Territoriales fueron realizadas de acuerdo al sistema.

“Para el próximo presupuesto quinquenal, los incisos deben presentar desagregadas aquellas inversiones que antes venían como en bolsones, que uno no podía identificar bien. Eso hace a la transparencia, a la calidad y al seguimiento”, indicó.

Crecimiento de la inversión
Según enfatizó, la política actual derriba preconceptos neoliberales que determinaban  que ante recesiones la solución fueran los ajustes y la disminución de la inversión, sobre todo pública, “lo que hizo mucho mal a Uruguay”.

“En los dos últimos períodos de gobierno demostramos que se puede crecer y mejorar la distribución del ingreso. Aumentar los salarios, con un incremento de 50 %  en el período, y al mismo tiempo, crear 250.000 puestos de trabajo, con 400.000 nuevos cotizantes. Optamos, ante una caída de los niveles de crecimiento de la inversión privada, por un aumento de la inversión pública, efecto contracíclico ante las señales de debilidad económica de Estados Unidos y Europa —en 2008-2009— y demostramos que ese era el camino correcto”, sostuvo.

También recordó que en 2009 Uruguay fue de los pocos países que presentó crecimiento en su economía —2,6 %—  al igual que en 2010-2011 —con un incremento de 8,9 y 5,7 % respectivamente—. “Dado el rezago entre el momento de decidir una inversión y el momento en que comienza a impactar en la economía, es fundamental un sistema de inversiones públicas potente, con una cartera de proyectos estandarizada y caracterizada en cuanto a efectos en el empleo y en otras variables macroeconómicas y con mecanismos de seguimiento definidos que permitan levantar en forma rápida los eventuales cuellos de botella que se presenten”, sostuvo.

También apreció: “Debemos ver a la inversión como un proceso de siembra con efectos a futuro y, por lo tanto, como una forma de ahorro”. Un ejemplo que mencionó en Uruguay es el aumento de capacidad energética —con generación eólica, ciclo combinado y planta regasificadora—.

“En una perspectiva histórica, en materia de inversión, América Latina disminuye sus niveles en el período 1970-2004, tendencia que se revierte en el período 2005-2012, incrementando la relación inversión producto interno bruto por encima de los 20 puntos, pero aún muy lejos de Asia. Cepal recomienda incrementar los aún bajos niveles de inversión de la región, para posibilitar un aumento de las tasas de crecimiento del producto en América Latina”, relató.

Frugoni agregó que partir de 2004, la inversión en nuestro país aumentó en forma más acelerada que el promedio de la región, valores que se equipararon en 2013.

La planificación y el análisis global
El  director de la OPP aludió a las prioridades de los últimos años y mencionó la importancia del desarrollo de infraestructura.

“En todos lados precisamos infraestructura, pero debemos priorizar, ya que los recursos son escasos. Esto nos permite que, más allá de la decisión política, se cuente con elementos de evaluación y diversos mecanismos, para que cuando se quiera desarrollar determinadas zonas, cubrir determinadas brechas, haya instrumentos válidos”, apuntó.

Según aseguró, la utilidad de los sistemas nacionales de inversión pública se maximiza cuando están enmarcados dentro de los sistemas de planificación, y cuando los proyectos son analizados desde una perspectiva que incorpora la posible sinergia y la contribución a las políticas y a la estrategia de desarrollo diseñada.

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