Canciller Rodolfo Nin Novoa

El Gobierno busca diversificar exportaciones a China con lácteos, vinos, aceite, cítricos, arándanos y miel

El canciller Rodolfo Nin Novoa dijo que hay una buena perspectiva para colocar lácteos, vinos, aceite, cítricos, arándanos y miel uruguayos en China, con lo cual se propone diversificar la exportación conformada por lana, cuero, pesca, soja, celulosa y carne vacuna. “Es importante el rol del Comité Bilateral de Asuntos Sanitarios y Fitosanitarios para lograr acuerdos y derribar barreras no arancelarias”, explicó.

Canciller Rodolfo Nin Novoa

“Fui a China hace 20 años, acompañando a Tabaré Vázquez, Héctor Lescano y Reinaldo Gargano, y me acuerdo de que una de las dificultades que teníamos era con la alimentación”, comenzó repasando Nin Novoa.

“Lo primero que nos hicieron probar fue un alacrán frito, todos nos miramos y a Vázquez se le ocurrió hablar de las propiedades inmunológicas que tiene ese animal y señaló que el día que se descubra su ADN se terminará con el cáncer”, añadió el ministro de Relaciones Exteriores al hablar en el seminario “China, la oportunidad del siglo XXI”, que repasó la agenda diplomática con ese país.

En la oportunidad, mencionó que el estado asiático representa a la segunda economía del mundo y que será la primera potencia en los próximos años. Además, señaló que reviste una importancia estratégica en la agenda externa uruguaya, por lo que se trabaja por un relacionamiento cada vez más profundo, con un nivel de relación amplio y multidimensional.

Agregó que China es el mayor contribuyente al aumento de la economía mundial, que aporta un tercio del global, y que desde el proceso de apertura, en 1978, ha crecido a una tasa promedio anual de 10 %. Asimismo, indicó que este país dispone del 11 % del comercio mundial, cuando Estados Unidos lo hace en 10,4 %, y que sus inversiones al extranjero sumaron 183 billones de dólares en 2016, lo que supera la cifra de inversión extranjera que recibió.

China se ubicó el año pasado como el primer socio comercial de Uruguay, con exportaciones superiores a los 2.500 millones de dólares; además, se consolidó como el principal destino de nuestro país, con el 27 % del total de ventas de bienes y un crecimiento del 38 % respecto de 2016. “En materia económica y comercial, vemos una población urbana de clase media creciente que requiere alimentos y bienes agrícolas saludables, con una occidentalización de la dieta; y, por lo tanto, Uruguay se vuelve un socio insustituible o casi”, aseguró.

“Queremos ser proveedores de bienes agropecuarios de calidad, alimentos sanos, inocuos y confiables, contribuyendo a la seguridad alimentaria. Tan importante como exportar más es la diversificación, para que productos como la soja, la celulosa y la carne vacuna se sumen a la histórica canasta exportadora conformada solo por lana, cuero y pescado. Por eso, trabajamos para que esa tendencia se consolide y profundice, al existir una perspectiva interesante para colocar lácteos, vinos, aceite, cítricos, arándanos y miel”, abundó.

En ese sentido, Nin Novoa señaló que la salida de empresas chinas al mundo encuentra en Uruguay a un socio confiable, por lo que los inversores pueden instalarse en este país con la óptica de abastecer a la región circundante.

“Todos los avances en la agenda bilateral, incluyendo lo político, económico, comercial, cultural, la cooperación deportiva y turística, deben impulsarnos para continuar trabajando con nuestras contrapartes en la dirección de construir una asociación estratégica integral entre ambos países, algo que es recíproco”, sostuvo.

El canciller uruguayo dedicó una parte de su presentación al rol del comité bilateral de asuntos sanitarios y fitosanitarios, área a la que calificó como de las más importantes de todas sobre las cuales se puede concretar acuerdos.

“Parecería que, salvo esos últimos arrebatos de proteccionismo, aumento de aranceles y guerras comerciales que se plantean entre algunos países, bajar aranceles puede volverse relativamente sencillo y fácil, en la medida en que no se opongan a los mismos los acuerdos sanitarios y fitosanitarios”, apuntó.

“Uno puede tener un mercado en el cual no se pague ninguna tarifa para el ingreso, pero puede tener dificultades en la determinación de asuntos técnicos sanitarios y fitosanitarios que se vuelven barreras no arancelarias y que echan a perder todo el esfuerzo que se hace en materia de aranceles”, advirtió.

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