Corte Permanente de Arbitraje instalará su filial latinoamericana en Montevideo
La Corte Permanente de Arbitraje firmó este martes 12 con el gobierno de Uruguay un acuerdo para instalar una filial en Montevideo, con el fin de que los países latinoamericanos resuelvan sus diferendos entre ellos o con empresas, lo que reducirá los tiempos y gastos que conllevan los reclamos ante la Corte Internacional de Justicia. Para el canciller Rodolfo Nin Novoa, se trata de acompasar la realidad internacional.
El ministro Nin Novoa dijo que es un honor para Uruguay ser sede de la filial para América Latina de la Corte Permanente de Arbitraje, por la importancia simbólica que reviste ese hecho.
“Creemos que el acercamiento entre la Corte Permanente de Arbitraje y los países de América Latina permitirá un intercambio más fluido de visiones, redundará en un atesoramiento de experiencias positivas acordes a la nueva realidad internacional”, explicó.
La iniciativa le permite al país ampliar las opciones de arribar a soluciones pacíficas en los casos de controversias y ofrecer a los inversores un elemento adicional para que sigan confiando en el país y en la seriedad de sus políticas públicas.
En ese sentido, valoró en forma positiva la alternativa que tendrán los países de la región de resolver sus diferencias sin necesidad de concurrir a la Corte Internacional de Justicia de la Haya o algún otro mecanismo similar. “Ahora podrán hacerlo aquí, en Montevideo, con una operativa mucho más sencilla”.
“La política exterior uruguaya se asienta en valores que la República ha defendido y promovido históricamente, como la defensa del derecho internacional público, el universalismo, la no intervención en asuntos internos de otros estados, la defensa y promoción de derechos humanos y valores democráticos y la solución pacífica de las controversias”, recordó.
El secretario general de la Corte Permanente de Arbitraje, Hugo H. Siblesz, repasó la historia del organismo, que es el más antiguo en la materia. Fue establecida en 1899, a través de la Convención de La Haya, para la resolución pacífica de controversias internacionales, y en 1907 su rol fue debatido, al evaluar la posibilidad de que administrara arbitrajes de carácter obligatorio.