Se inauguró un polo industrial en el Centro de Rehabilitación de Santiago Vázquez
La inauguración del Polo Industrial en el Centro de Rehabilitación de Santiago Vázquez beneficiará a 80 personas privadas de libertad que trabajarán en este establecimiento y a 165 más que cumplirán tareas en otros lugares con los materiales producidos en el polo industrial. Tendrá como objetivo brindar mejores oportunidades para reintegrarse a la sociedad y reducir los costos de mantenimiento de infraestructura.
Para el ministro del Interior, Eduardo Bononi, la inauguración de este Polo Industrial forma parte de la reestructuración de las cárceles y significa “un avance, un paso adelante en la rehabilitación de las personas a través de oportunidades de trabajo y de la educación socio laboral”.
En este sentido dijo que cuando ingresó al ministerio la reincidencia era del 70 % y que en la actualidad esta cifra ha descendido al 50 %. Recordó asimismo que anteriormente en el Penal de Libertad habían 1.500 presos y solo 25 eran los que trabajaban. Actualmente hay 1.300 personas privadas de libertad y trabajan o estudian unas 800.
Destacó que la función de las cárceles no es la de tener a una persona encerrada sino que es necesario otorgarle a los presos herramientas para que adquieran “habilidades, oficios y una conciencia diferente que les permita la reinserción social”.
Indicó que este trabajo de rehabilitación requiere de dos partes: brindarle a los reclusos las herramientas para mejorar su egreso y construir una sociedad más abierta que brinde trabajo y permita la reinserción de los presos a la sociedad.
Fabricación de pintura, de ollas, armado de camas y de ventanas de aluminio, entre otras actividades, serán algunas de las tareas que los reclusos aprenderán y desarrollarán en el polo industrial de Santiago Vázquez.
Los 80 reclusos que trabajarán en el Polo Industrial serán seleccionados a través de un sistema que no solo se centrará en la causa inicial por la cual la persona ingresó a ese centro de rehabilitación, sino que además evaluará su evolución en el sistema carcelario, su conducta y actitudes.
Los materiales que se fabriquen en este centro serán utilizados para el mantenimiento de la infraestructura de las cárceles, instancia que permitirá el ahorro de 14 millones de pesos en el año.