Infraestructura para la enseñanza

Reconstrucción de centros educativos en Dolores cuesta 200 millones de pesos

"Las refacciones menores en varios centros de enseñanza, la instalación de 32 aulas móviles para Secundaria y las obras en la escuela rural cercana, el jardín de infantes y los dos liceos requieren una inversión para Dolores calculada en unos 200 millones de pesos”, informó el presidente de la ANEP, Wilson Netto. Se estudia el destino de algunas donaciones y se comienzan a diseñar obras para los liceos 1 y 2.

Wilson Netto, presidente de la ANEP

En el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se trabaja en los proyectos de reconstrucción y refacción de los centros educativos de Dolores, departamento de Soriano, dañados por el tornado del 15 de abril que afectó a miles de alumnos y alumnas de los distintos niveles.

El presidente del Codicen, Wilson Netto, tras visitar Dolores el viernes 27, anunció que la inversión en infraestructura educativa para la ciudad alcanzará los 200 millones de pesos en este período.

Unos 35 millones de pesos se destinaron a la instalación de las 32 aulas prefabricadas para albergar temporalmente a alumnos de los dos liceos locales y la reconstrucción de los edificios originales de estos, a lo cual se suman las obras en el jardín de infantes, escuelas, la sede la Universidad del Trabajo (UTU) de la ciudad.

El director de Infraestructura de la ANEP, Mario Corrales, informó a la Secretaría de Comunicación Institucional de la Presidencia de la República que trabajan intensamente en todo lo que es el sistema educativo para recuperar la infraestructura existente.

Junto a la arquitecta residente, detalló que se avanza en la adjudicación de las donaciones de empresas relacionadas con la construcción para “apurar” lo más posible el retorno y así garantizar la normalidad, tal como se hizo con el liceo prefabricado, para que este miércoles 1° de junio 1.800 liceales se instalen en las 32 aulas móviles ubicadas en el predio contiguo a la UTU.

“La prioridad nuestra es que los chiquilines se pongan a estudiar”, insistió. Corrales explicó que se estima aproximadamente un mes y medio para resolver las refacciones menores de los locales.

La obra definitiva de los liceos 1 y 2 es más compleja. Ahora se utilizan drones (vehículo aéreo no tripulado) para grabar imágenes de lugares que estaban clausurados y concretar una definición técnica del proyecto de los dos liceos.

La planta alta del local correspondiente al liceo N° 1, que tenía tres niveles, se voló en su totalidad. Se trata de un edificio recuperable, en el que ya se decidió no volver a construir el tercer piso, debido a problemas estructurales.

En tanto, el edificio del liceo N° 2 está muy dañado; y se trata de un local antiguo. En ese caso se demolerá lo que queda para utilizar el mismo predio y construir un nuevo local.  

Corrales aseguró que esta semana ya queda disponible personal para el diseño de los proyectos de los centros clausurados, al tiempo que ya se trabaja con el jardín de infantes y la escuela rural mediante dos donaciones importantes.

“Estamos haciendo los acuerdos marco con las empresas para cubrir con recursos nuestros lo que no se pueda comprender con las donaciones”, relató.

 

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