Acceso a educación terciaria

Fondo de Solidaridad otorgó más de 8.200 becas en 2017, el 84 % a estudiantes terciarios del interior del país

En 12 años el Fondo de Solidaridad permitió que 82.000 jóvenes estudiaran una carrera terciaria, gracias al apoyo económico que ofrece. En 2017, otorgó 8.232 becas, el 84 % a estudiantes del interior del país. El 75 % del total de beneficiarios cursa sus estudios en Montevideo y el 25 % en otros departamentos, porcentaje que aumenta cada año. El objetivo es que ningún joven deje de estudiar por cuestiones económicas.

El Fondo de Solidaridad, institución más importante en el sistema de becas del país, trabaja para que más jóvenes accedan a la educación terciaria. El apoyo económico está destinado a estudiantes de la Universidad de la República (Udelar), del nivel terciario del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU) y de la Universidad Tecnológica (UTEC), jóvenes que no cuentan con los medios suficientes para costear su proyecto educativo.

Las becas se financian con el aporte mensual de los egresados de los centros de estudios de estas tres instituciones, quienes comienzan a abonar el importe correspondiente a partir del quinto año de egreso. El apoyo mensual a los estudiantes corresponde a 2 bases de prestaciones y contribuciones (BPC), que a cifras de 2017 representan 7.222 pesos. Se otorga por un máximo de 10 meses con posibilidades de renovación a lo largo de toda la carrera. El cobro se efectúa mediante tarjeta de débito del Banco de la República.

En 2017 se otorgaron 8.232 becas a estudiantes terciarios, lo que implicó que se destinaran 542.444.420 pesos a este beneficio. En 2004 apenas se alcanzaban las 3.694 becas. De 2005 a la fecha se otorgaron 82.000 becas y desde la creación del fondo, en el año 1994, más de 110.000. En los últimos cinco años el porcentaje de becarios con residencia de origen en el interior del país fue significativamente mayor al número de becarios que obtuvo la beca y manifestó como residencia de origen al departamento de Montevideo. Según datos de 2017, el 84 % son del interior y el 16 % de la capital.

Con respecto al lugar de estudio, el 75 % estudia en Montevideo. Hace cinco años el 18 % de los becarios estudiaba en otros departamentos, mientras que este año el porcentaje de esa población es el 25 %. “Se suele pensar que la beca es solo para estudiantes que vienen a estudiar a Montevideo, pero no. El estudiante puede vivir y estudiar en la misma ciudad”, explicó a la Secretaría de Comunicación Institucional, la gerenta de Becas del Fondo de Solidaridad, Cecilia de León, quien destacó como fenómeno social la movilidad en los departamentos del interior e incluso de la capital hacia el interior del país.

Becas sin cupos limitantes

Todos aquellos estudiantes que cumplan con los requisitos dispuestos por la institución pueden hacerse de una beca, es decir que no hay cupos que limiten. En promedio, el 70 % de los estudiantes que la solicitan efectivamente la obtienen. Los aspectos evaluados son: situación social, económica y patrimonial, integración de la familia, edad, y escolaridad para el caso de los estudiantes que renuevan la beca.

Para determinar la situación socioeconómica de los estudiantes, se utiliza el índice de vulnerabilidad estudiantil (IVE) y el análisis individual de un trabajador social. Además de la aplicación de esta herramienta, el proceso de estudio de las becas requiere un análisis social de las situaciones que se plantean, lo que permite detectar los casos en que se requiera aplicar excepciones. En cuanto al contexto familiar de estos jóvenes, la mayoría son primera generación universitaria. El 85 % de las madres cursaron menor nivel educativo que sus hijos, y entre los padres, el 95 %.  

En 2017 el área Ciencias de la Salud recibió el 45 % de las becas, y Ciencias Sociales y Artísticas, más del 33 %, mientras que más del 15 % de las becas fueron otorgadas al área de las Tecnologías, Ciencias de la Naturaleza y Hábitat. Las carreras que más estudian los becarios son: Abogacía, Contador Público, Enfermería, Educación Física, Notariado, Trabajo Social, Arquitectura y Veterinaria.

Incidencia de la beca

El 35 % de los becarios accede a un ingreso per cápita menor a 7.222 pesos, y un 33 %, a ingresos entre 7.222 y 10.833 pesos. Si el estudiante no recibiera la beca, debería cubrir sus gastos de alojamiento, alimentación, transporte y materiales de estudio con ese importe, lo cual, en caso de que necesitara trasladarse a otra ciudad a estudiar, sería muy difícil de realizar.

En una encuesta efectuada por el Fondo de Solidaridad a sus becarios, les consultó sobre la relevancia del otorgamiento de la beca en las posibilidades de acceder a la educación terciaria. El 52 % de los encuestados contestó que era imprescindible y que sin ella no podría acceder, mientras que el 48 % la consideró muy importante o importante.

El 12 % opinó que el monto de la beca era muy suficiente, el 75 % que era suficiente, y el 13 %,  insuficiente. En tanto, el 91 % de los encuestados dijo que la beca es el único o mayor aporte para solventar los estudios, para el 8 % el monto de la ayuda es similar a otro ingreso y para el 1 % es menor. “Estamos becando a estudiantes que seguramente de otra manera no podrían acceder al nivel terciario. Es fundamental que, si quieren estudiar, no los limite lo económico”, sostuvo De León.

Además de la oportunidad de estudiar, la beca también incide en los rendimientos. De León aseguró que la supervisión que el fondo realiza sobre la escolaridad de los becarios, condición imprescindible para la continuidad del apoyo económico, redunda en mejores niveles de aprobación de los estudiantes, lo que deriva en un egreso más ajustado a los años de la carrera. Según datos aportados por el fondo, el 17 % de los egresados de la Udelar recibió en algún momento una ayuda económica de la institución, y la cifra va en aumento.

Servicios adicionales

Además del apoyo económico, el Fondo de Solidaridad ofrece a sus becarios una serie de servicios a partir de la Ley de Presupuesto de 2015, por la cual se introdujo una modificación en el destino del dinero. Se brindan talleres en los cuales se los instruye acerca de cómo funciona la universidad, cómo moverse en la ciudad donde está instalado el centro educativo (capital o interior), qué servicios tienen, además de ofrecerles asesoramiento en administración del dinero, esto último en coordinación con el Banco República.

También existen ayudas especiales para casos como el ocurrido en Dolores el año pasado y se estudia cada situación en forma individual. La dependencia brinda ayuda de alimentación para estudiantes de nivel terciario de UTU que cursan en otra ciudad y ofrece clases de apoyo en algunas facultades. 

#AgendaDeGobierno - Educación terciaria en el interior 

Más información sobre requisitos e inscripciones: http://www.fondodesolidaridad.edu.uy/

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