Consejero de Primaria, Pablo Caggiani

Detrás de un campamento escolar hay una matriz de política pública que permite al Estado garantizarles derechos a los niños

“Antes se vendían tortas fritas todo el año para pasar una noche en un campamento autogestionado o solo concurrían los niños de familias que podían pagar la propuesta. Hoy existe un programa de campamentos educativos que habilita que todos vivan una experiencia de este tipo”, dijo el consejero de Primaria, Pablo Caggiani. Explicó que para lograrlo hay detrás un Estado con una matriz de política pública que garantiza derechos.

Campamento "De las Sierras", Lavalleja

La subsecretaria del Ministerio de Educación, Edith Moraes; la directora general de Primaria, Irupé Buzzetti y el consejero Pablo Caggiani, visitaron el Campamento “De las Sierras” en el departamento de Lavalleja que pertenece a Primaria, al que asisten escolares durante todo el año. La recorrida es parte de la agenda de actividades que desarrollan el viernes 31 los ministros y demás autoridades de gobierno en la zona este del país.

Caggiani explicó que la recorrida permite visibilizar una realidad que trasciende a estos campamentos: “Cada niño que viene aquí tiene cobertura sanitaria con un Sistema Integrado de Salud detrás y tiene un Ministerio de Desarrollo Social que los apoya. Al  visualizar la propuesta de campamento aparece UTE trabajando los temas de eficiencia energética (energías renovables) y los ministerios de Defensa e Interior colaborando con el espacio, así como los profesores de educación física. Todos estos derechos se pueden garantizar porque existe un Estado potente que tiene una matriz de política pública que funciona en forma articulada”.

Agregó que este campamento en Lavalleja tiene una piscina que garantiza a todos los gurises del departamento la realización de actividades acuáticas, “un nuevo derecho que estamos intentando construir como sociedad”, estableció. “Esto no pasa por casualidad, sino porque hay una definición política de que lo primero son los derechos de la gente. A partir de ahí se da cuenta de en qué están los dineros de la sociedad, porque esto se financia con presupuesto público a través de los distintos organismos”, añadió.

Caggiani recordó que antes se vendían tortas fritas todo el año para pasar una noche en algún campamento autogestionado. Hoy existe un programa de Campamentos Educativos de Codicen que trabaja con toda la ANEP y habilita a miles de gurises a participar de una propuesta de campamento. Además, Primaria tiene dos campamentos con una participación cercana a 10.000 niños por año.

“Con esto Uruguay está en condiciones de asegurar que cualquier niño, niña o adolescentes que tenga su trayectoria completa en el sistema educativo pasó por alguna propuesta que implicó pernoctar fuera del hogar, aprender en otro espacio, relacionarse con estudiantes de otros departamentos, lo que enriquece la propuesta educativa”, apuntó. “Antes solo iban a un campamento aquellos niños de familias que podían pagar la propuesta*”, recordó.

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