Club Malvín desarrolló jornada de convivencia con niños y jóvenes del barrio Casavalle
En el marco del 80.° aniversario del Club Malvín, la división infantil de básquetbol de esa institución realizó una jornada de integración y convivencia con niños y jóvenes del barrio Casavalle, en Montevideo, que incluyó actividades deportivas y una merienda compartida. De esta manera, se intenta acercar realidades sociales diversas en un espacio público que todos tienen derecho a utilizar, expresó la alcaldesa Sandra Nedov.
La iniciativa de organizar una jornada deportiva que apunte a la convivencia y la integración de niños y adolescentes del club Malvín y del barrio Casavalle surgió a instancias de la propia institución deportiva como parte de su octogésimo aniversario.
“En esta zona no hay posibilidad de ningún club ni ningún equipo de básquetbol, entonces, surgió, con el centro cívico Luisa Cuesta, la posibilidad de llevar adelante esta propuesta de integración con los chicos del barrio”, explicó a la Secretaría de Comunicación Institucional, el profesor Dulio Acosta.
El objetivo es acercar a los integrantes de la división infantil de básquetbol del club Malvín, integrada por niños de entre 10 y 14 años, “a ver otras realidades y barrios”, lo cual obtuvo una gran adhesión por parte de los padres, añadió. Acosta precisó que se trata de una experiencia piloto que, luego de una evaluación, podría extenderse a otros barrios de Montevideo.
Para la alcaldesa del Municipio D, Sandra Nedov, los espacios públicos, como la plaza Casavalle, donde se realizó la actividad deportiva, son áreas de convivencia en las que todos los vecinos tienen derecho a estar.
“Se construyó en el marco del Plan Casavalle, los vecinos nos decían que no iba a durar y, contrariamente a las previsiones, quienes nos están visitando dicen que los espacios son incluso mejores que de los que disponen para trabajar”, destacó. La alcaldesa saludó la iniciativa del club Malvín e instó a otras instituciones a promover acciones de convivencia similares para evitar la estigmatización del barrio.
La jornada finalizó con una merienda compartida en el centro cívico Luisa Cuesta, situado frente al complejo Sacude, espacio en el que también se desarrollan actividades deportivas y culturales y al que asisten unas 2.500 personas de lunes a viernes.