Emergencia policial

Servicio 9-1-1- responde hoy en cinco minutos, en 2010 demoraba media hora

El servicio de emergencia 9-1-1 del Ministerio del Interior disminuyó sus tiempos de respuesta ante la notificación de un delito, de media hora a cinco minutos, destacó el ministro Eduardo Bonomi. El incremento por cinco de los patrulleros dispuestos en cuatro zonas de la capital y la concentración de la recepción telefónica y del despacho de unidades en un centro unificado explican la baja, señaló.

Centro de Comando Unificado de la Policía

En el Centro de Comando Unificado del Ministerio del Interior fueron desarrolladas las primeras transformaciones tecnológicas que sirvieron como base para la mejora de la respuesta policial y la profesionalización de los efectivos. Desde la instalación de las primeras cámaras de videovigilancia hasta la incorporación de las comunicaciones encriptadas con el sistema tetra, el desarrollo continuo de las tecnologías aplicadas a la seguridad y la unificación de la recepción de telefonía 9-1-1 con el despacho de los móviles policiales cambió radicalmente el funcionamiento operativo.

“El sistema del 9-1-1 está vinculado a la cantidad de vehículos que están en la vía pública. Cuando nosotros llegamos había 20 patrulleros por turno en todo Montevideo. Ahora hay más de 25 en las cuatro zonas y por turno en la capital. Es decir, que se multiplicó prácticamente por cinco. Además, se suman otros patrulleros que no tienen que ver con la zona, sino con otros organismos de la Policía”, mencionó el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional.

Señaló que, cuando asumió en el ministerio (en al año 2010), el tiempo de demora del sistema superaba la media hora. En 2017 y con la alarma 1, que es la prioritaria entre los tres tipos de emergencias porque se lanza cuando está el delito en proceso, el tiempo de demora promedio es menos de cinco minutos. Incluso se alcanza un tiempo de dos minutos al lugar del hecho.

“Es una baja importante que ayuda a la reducción de los delitos y también ha llevado a un cambio de modalidad. Eso que es bueno en sí produjo un elemento que no está muy bueno, pues los delincuentes para hacer más rápido el delito que están realizando utilizan más violencia para que no haya resistencia. Eso obliga a que exista una respuesta distinta al 9-1-1. Eso es la georreferenciación del delito”, explicó el jerarca.

Marcar en un mapa los lugares con delitos durante tres años permitió la identificación de las zonas que presentaban entre 10 y 15 rapiñas en el año. La información determinó de forma científica dónde se necesita patrullaje a pie, en moto o vehículo, por parte del Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO), con policías que tienen incremento salarial para trabajar con mayor dedicación.

“Eso ha llevado a un mínimo de baja de las rapiñas en el circuito de 22 % y un máximo de 70 %. Eso produjo en el país, desde el 31 de diciembre de 2015 a noviembre de 2017, un descenso de 12,5 % de las rapiñas. Para nosotros es muy significativo, y va en camino a cumplir con el compromiso del presidente Tabaré Vázquez, previa consulta a nosotros, de bajar 30 % las rapiñas en todo el país en todo el período de gobierno”, enfatizó el entrevistado.

Además, se agrega en el patrullaje el rol que desempeña la Unidad Área Nacional con dos aviones y tres helicópteros. Cumplen varios cometidos, reseñó el ministro, desde el control en rutas nacionales en zonas con peligro de incendio y apoyo al operativo en zonas urbanas. “Ha sucedido que desde el aire se han detectado varios delitos y se pudo detener a quienes estaban llevando adelante esos hechos”, determinó Eduardo Bonomi.

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